¿Qué ocurrirá con las sociedades gibraltareñas cuando se materialice el Brexit? ¿Se quedarán fuera del tráfico europeo una vez se active el artículo 50 del Tratado de la Unión Europea? ¿Qué trato fiscal recibirán las operaciones transfronterizas cuando esto suceda? ¿Un Brexit“blando” las dejaría en una mejor posición operativa?
Muchas son las incógnitas que rodean a uno de los territorios británicos de ultramar de mayor importancia para la Península Ibérica y es que, Gibraltar, que a día de hoy sigue considerándose por el Reino de España como un paraíso fiscal, saldrá del mercado europeo una vez que el proceso de separación del Reino Unido de la Unión Europea finalice. No serán pocas las sociedades afincadas en el peñón que se estén preguntando sobre las consecuencias fiscales, entre otras, que conllevará el resultado de la consulta realizada el 23 de junio del pasado año.
Como no podría ser de otra forma, la evolución de la economía es una de las principales consecuencias del efecto Brexit. En un sentido u otro. Con un desplome del 18% de la libra esterlina con respecto al dólar americano y de un 10% con respecto al euro, las inversiones británicas podrían verse afectadas en un futuro. No obstante, el Reino Unido es el tercer país por detrás de Italia y Estados Unidos que más invierte en España. Eso se debe a que le Península Ibércia siempre ha sido un destino favorito para los inversores británicos. Según el Barómetro sobre Clima y Perspectivas de la Inversión Británica en España publicado en noviembre de 2016 y realizado por Analistas Financieros Internacionales (Afi), los sectores que focalizan esa inversión foránea en España son las telecomunicaciones, el tabaco y el comercio mayorista.
El marco legislativo que presenta la Unión Europea para aquellas sociedades constituidas en alguno de los 28 estados miembros es muy diferente al panorama ofrecido a las sociedades localizadas fuera del territorio común, existiendo especial recelo a aquellas sociedades que se localizan en paraísos fiscales. Si bien es cierto, en los últimos añosGibraltar ha realizado un ejercicio de transparencia con la firma de Acuerdos de Intercambio de Información Tributaria con el objetivo de combatir el fraude fiscal con muchos estados miembros como Alemania, Francia, Portugal, Polonia o Malta, entre otros.
Las últimas declaraciones de la Primera Ministra Bitánica atisban un Brexit “duro”. Según ha dejado caer Theresa May, la intención que tiene su corporación política es la de recuperar el control de las fronteras y la de negociar un nuevo acuerdo de libre comercio con Europa debido a que la salida del territorio británico del mercado único europeo es inminente. Sin embargo, la activación del artículo 50 no va a ser tan fácil, ya que según ha comunicado recientemente el Tribunal Supremo Británico, Theresa May tiene la obligación de someter a votación en el Parlamento el mecanismo de activación.
¿Cómo conseguirán una optimización fiscal nuestros vecinos gibraltareños cuando el Brexit les expulse del marco europeo? Sin duda alguna, Brexit es sinónimo de oportunidades y no podemos mantenernos impasibles y quedarnos atónitos ante un evento histórico que envolverá a la Unión Europea y a los europeos en un abanico de transacciones crossborder. La búsqueda de nuevas legislaciones europeas que sean ventajosas, sólidas y transparentes es uno de los highlight en estas operaciones de entramados societarios con el único objetivo de optimizar la fiscalidad de las soceidades. Tenemos que hacer un esfuerzo por adelantarno a los acontecimientos futuros ofreciendo soluciones efectivas y tomando la ventaja a las consecuencias del Brexit.
Alejandro Hernández Rojo
Enero, 2017